Hail The King! - Capitulo 02 - El Idiota se volvió demente
Capítulo 2: El Idiota se volvió
demente
Angela se agarró con fuerza al borde
de la cama, su mente ansiosa acelerando mientras la preocupación llenaba sus
ojos ensanchados.
"Pobre Alexander, espero que la
caída no le haya dañado el cerebro. Aunque no era muy brillante antes, al menos
podía hablar."
En ese momento, un fuerte y arrogante
tono resonó desde el otro lado de la puerta.
"¡Alexander! Escuché que estabas
herido"Una mueca cruzó por el rostro de las
chicas mientras se volvían hacia la fuente del sonido. Esa voz alargó el tono
burlesco con preocupación actuada.
"¿Todo
en orden?"
Fei alzó la
vista y vio a un hombre, bien vestido y gordito, que había irrumpido por las
puertas del dormitorio del palacio. Una helada risa se deslizó entre sus
torcidos labios.
"Gill,
¿qué haces aquí?",
le dijo Ángela con frialdad. Fei sintió la sombrío tensión, entre el obeso
recién llegado y la belleza a su lado.
Estaba
claro que no estaban en buenos términos.
"Ja,
ja... Ángela, ángel mío, ¿qué quieres decir? Escuché que mi querido amigo
Alexander fue herido y estaba preocupado. ¿Qué hay de malo en que venga a ver
cómo está?"
El noble y
gordo caminó casualmente hacia él y se sentó a un lado de la cama como si fuera
suya.
"¡Gill,
qué estás haciendo! ¿Cómo te atreves a sentarte en la cama del rey?"clamó Emma con enfado.
Gill le
echó un vistazo a Emma. Lujuria y malicia brillaron en sus ojos. Se lamió sus
gruesos labios de salchicha y replicó. "Silencio, esclava de baja clase.
No digas nada de lo que te arrepientas."Luego se giró tranquilamente y
miró a Fei. Esa expresión no era la de alguien que mostraba empatía por un
amigo herido, sino más bien la de regodearse mirando a un animal herido. Fei
estaba mirando a Gill al mismo tiempo.
Sintió el
desprecio, la malicia y el sarcasmo en los ojos de Gill; Gill no ocultaba sus
sentimientos ni un poco.
Fei estaba
desconcertado. "¿Acaso esta
repugnante bola de carne es realmente amigo de Alexander? Su cara tiene tantas
barbilla, y sin embargo es lo suficientemente valiente como para mostrarle ese
desastre al rey? ¿Tiene también un fuerte trasfondo familiar?”
Mientras
Fei estaba pensando, Gill comienza a apretar la cara de Fei con sus aceitosas
manos como si fuera un juguete. El acto fue tan natural que parecía que Gill lo
había hecho miles de veces.
"Alexander,
parece que estás bien, ja, ja. Tengo algunos invitados importantes esta tarde
para recibir, así que, ¿qué tal si vienes conmigo?"Gill sonreía, pero el tono con el
que lo dijo no era como una invitación sino una orden.
Apretando
un poco más la cara de Fei, le dio unos pequeños cachetazos. A Gill le
encantaba este sentimiento - el de tratar al rey como una mascota.
Entonces
comenzó a pensar en voz alta, acerca de cómo era posible que alguien como
Alexander se convirtiera en Rey. "Tiene la inteligencia de un niño de tres años a los diecisiete,
pero ¿por qué Dios lo ama tanto como para darle el trono?"
Mientras
Gill se divertía, ocurrió algo inesperado.
"¡Bofetada!"
Gill cubrió
su mejilla izquierda con la mano. Una brillante marca roja de una mano había
aparecido en su mejilla, como si pintura fuera lanzada sobre un cuadro
abstracto. Su expresión era la definición de sorpresa en los libros de texto.
Tanto
Angela como Emma se habían sentido incómodos cuando Gill apareció, pero esa
bofetada también les había sorprendido. No podían creer lo que veían.
Alexander
siempre había actuado dócil y cobarde, por lo que Gill siempre le había tomado
el pelo debido a su falta de voluntad para defenderse.
"¡Acaba de darle una bofetada a Gill!, Eso realmente acaba de
pasar?"Aunque
fue impactante, estaban encantadas. Habían tolerado a Gill durante mucho
tiempo.
"¡Cómo...
cómo te atreves!"
"¡Cerdo,
si me vuelves a tocar con tu asquerosa mano, te meteré el pie en el
culo!",
dijo Fei.
Gill había
hecho que Fei se sintiera muy frustrado, y Fei no era tan amable al tratar con
gente que lo hacía enojar.
Gill le
empujó un dedo gordo de salchicha a Fei y gritó. Estaba tan enojado que toda la
grasa de su cuerpo temblaba como si fuera un flan con mal de Parkinson.
"¡Cómo
te atreves a abofetearme, bastardo!" gritó Gill una y otra vez.
Fei no
respondió. Trataba de tirar su cuerpo hacia arriba.
"¿Cómo se atreve a gritarle en el palacio?" Fei estaba perplejo. Ningún
guardia del rey apareció como debería. "¿Podría
ser alguien tan importante que ni siquiera un rey pueda castigar?"
Mientras
Fei estaba pensando, Gill había tomado una loca decisión. Se lanzó hacia Fei,
como si quisiera vengarse.
"¡Detente!" Angela ordenó,"Gill, eres
sólo el hijo de un ministro, ¿cómo te atreves a hacer tal cosa!"
No
importaba lo que Angela gritaba, nada afectaba a Gill mientras mantenía los
ojos fijos en Fei. Angela y Emma trataron de proteger a Fei tirando de la
túnica de Gill.
Sin
embargo, no había manera de que ambas fuesen rivales para Gill.
"Bofetada!"
Frustrado,
Gill le dio una cachetada a Emma en el rostro. La fuerza la mandó unos metros
hacia atrás. La mejilla de su bonita cara se
hinchaba, mientras lágrimas llenaban sus ojos.
Gill agarró
a Angela por su muñeca y la jaló hacia él. Inclinó su cabeza hacia el cuello de
Ángela. Olfateó un par de veces con placer y de forma perversa dijo:"Hermosa Ángela, el retrasado
de Alexander nunca será lo suficientemente bueno para ti. Míralo, no se parece
a un rey. Él ha creado un desastre en el Reino Chambord después de haber
heredado el trono. Jeje, Angela; ¿qué tal si te conviertes en mi mujer?".
Él se
aferraba firmemente a la muñeca de Angela; la cálida y suave sensación de su
cuerpo quebró lo último que le quedaba de razonamiento. Olvidó
que estaba en el palacio del rey y que Angela era la futura reina. En ese
impulso que surgió de su locura, intentó a la fuerza besar los labios de
Angela.
Y de
repente.
"¡Peng!"
Un yelmo
metálico le "besó" la
frente. Pero con esa cantidad de fuerza, era más bien como un martillazo.
Este ataque
fue tan repentino que Gill ni siquiera lo vio venir. Sorprendido por la sangre
que brotaba de la herida, gritó mientras caía, soltando la muñeca de Angela.
Angela una
vez más presenció algo que pensó que no sucedería durante el tiempo que le
quedaba de vida y se quedó sin palabras.
Mientras
Fei levantaba el yelmo del suelo, se burló:"¿Cómo te atreves a tocar a mi chica, gordinflón infeliz, hijo
de puta! ¡Cómo siquiera te atreves a tocar al Rey! Te daré tal paliza que,
quedaras cuadripléjico, o juro por Dios que no soy el Rey!"
Se sentía
mejor mientras juraba, pensando para sí mismo. "Viejo, me tenía asustado, este tarro de grasa de cerdo con patas.
Pensé que era una figura importante, pero resultó ser sólo el hijo de un
ministro. Puedo joderlo cualquier día de la semana ".
El dormitorio
real estaba en tal silencio, que se podría escuchar el sonido de una aguja
cayendo al suelo.
Aunque ya
hubo muchas veces en que las acciones de Fei habían sorprendido tanto a Angela
como a Emma, esta vez sintieron que algo era diferente. "¡No es posible! ¿Cómo puede ser?"Miraron fijamente a Fei
"Se siente como si Alexander, un
retrasado de diecisiete años que escuchaba a Gill todo el tiempo... hubiese
cambiado*."
Gill yacía
inmóvil en el suelo. Su mente estaba en blanco. Sintió que la personalidad de
Alexander cambió radicalmente.
Las
acciones de Fei en el cuerpo de Alexander habían asustado a Gill por el
carácter que tenía. Aquel golpe con el yelmo estaba lleno de poder y sentía
como si Fei hubiera intentado matarlo.
Después de
un par de segundos, se calmó. Pensó por qué vino hoy al palacio y decidió dar
todo lo que tenía.
Levantó su
mano izquierda y un extraño y misterioso hechizo salió de su lengua. Una bola
de fuego sobre su mano se estaba formando y una sensación de quemazón llenaba
todo el palacio.
Gill olvidó
cómo se sentía antes y repentinamente se volvió más valiente. Se mofó de Fei:"¿Tú, el Rey? Ja. Excepto
para tí, ¿quién piensas que te considera nuestro rey en todo el reino de
Chambord? ¿Cómo te atreves a pegarme? Alexander, prepárate para sentir la ira
de un prestigioso mago!"
Fei todavía
se encontraba inmóvil con una postura valiente tratando de impresionar a Angela
y Emma. Pero cuando vio la bola de fuego formándose, su hijo se contrajo un
poco:"Ma... Mago? Santa mierda,
¿este hijo de puta es un mago? Parece que tiene algunas habilidades. ¿Qué debo
hacer? Dios, no debí haber tomado esa decisión por impulso. De haber sabido
esto, habría intentado convencerlo de que no usara la fuerza..."
Fei buscaba
una solución para resolver este lío ardiente.
Miró la
bola de fuego ardiendo en la mano de Gill, y el yelmo abollado en su mano y
pensó:"¿Qué carajo es esto? Si
vamos a luchar, al menos dame una espada o algún tipo de arma."Él
pensó por unos segundos y comenzó a gritar," ¡Guardias... Guardias! ¡Asesinos! ¡Alguien está tratando de
asesinarme!"
"¡Ja,
ja, eso es inútil!"
Gill reía
mientras movía la mano y el proyectil rojo voló hacia la cara de Fei como una
bala.
Comentarios
Publicar un comentario